FUNDACIÓN DEBUENAFE: TIENDA DE ARTÍCULOS USADOS Y RED DE ARTESANAS PARA IMPULSAR EL COMERCIO JUSTO Y LA INCLUSIÓN
Fundación Debuenafe comenzó en el año 1998 entregando microcréditos a mujeres de la región de la Araucanía. Veían cómo muchas de ellas debían migrar de sus localidades para buscar independencia económica, incluso teniendo que dejar a sus hijos.
«Así nace la idea de darle oportunidades laborales a estas mujeres, pero en sus lugares. Eso llevó a empezar con los microcréditos, en pensar cómo las ayudaban a emprender. Que hagan sus negocios, que tengan el almacén que quieren, por ejemplo», asegura Elisa Sanchez, directora ejecutiva de Fundación Debuenafe.
Fue la madre de Elisa quien comenzó con esta iniciativa, tomando el modelo del banco de los pobres de Muhammad Yunus. De esta forma se entregaron más de 5 mil microcréditos a mujeres de sectores rurales, apoyándolas por más de 14 años en un proceso de acompañamiento para sus emprendimientos.
La mayoría de las mujeres optaba por poner un almacén, pero en la fundación se dieron cuenta de que esos negocios no eran sustentables. Así fue cómo la fundación dio un giro y surgió la idea de recolectar cosas en desuso o de segunda mano para poder venderlas. Primero en las ferias libres y luego fue creciendo, hasta la creación de una tienda solidaria en la comuna de Lo Barnechea.
«Poco a poco nos fuimos profesionalizando y optimizando los procesos de la tienda y eso nos permite poder financiar nuestros otros proyectos sociales», enfatiza Eliza Sánchez.
DEBUENAFE Y SUS OTROS PROYECTOS
Tratamos de que ellas, en algún momento, puedan ser independientes y vender por ellas mismas sus productos
Elisa Sánchez, directora ejecutiva fundación Debuenafe
27 años después de su creación, fundación Debuenafe ha evolucionado hacia un modelo autosustentable de comercio justo. Hoy cuentan con una tienda de ropa y artículos usados, una red de mujeres artesanas y recientemente un espacio para acoger a hijos de madres que trabajan.
«El primer proyecto que se originó fue Cordillerana. Estaba el factor común de que todas las mujeres eran muy hábiles manualmente. Algunas tejían, otras trabajaban en cuero y así varios oficios. Se fue potenciando estos emprendimientos en diferentes oficios y a la vez vimos la oportunidad de poder apoyarlas y hacernos cargo de esos oficios. Y lo hicimos a través de la marca Cordillerana», nos cuenta Elisa Sánchez.
Así se encargan de capacitar a las mujeres, diseñar sus productos, perfeccionar las terminaciones y luego comercializarlos. «Nosotros les compramos los productos a las artesanas al contado y la fundación pone las espaldas para sustentar el tiempo que se demore en vender ese producto. Tenemos una tienda física, un e-commerce, una línea de regalos corporativos y también de exportación. Siempre con el objetivo de no ser paternalistas. Tratamos de que ellas, en algún momento, puedan ser independientes y vender por ellas mismas sus productos», nos cuenta Elisa Sánchez.
Y el proyecto más reciente de la fundación Debuenafe es Anido. Se trata de un modelo de after school, que busca aportar un espacio seguro para acoger a los hijos de padres y madres que trabajan y puedan pasar la tarde hasta que los puedan recoger.
«Nos dimos cuenta de esa problemática social, que va en la misma línea de apoyar a mujeres para que puedan trabajar y que lo puedan hacer tranquilas, sin pensar de que su hijo está solo o en la calle. Esta es una realidad que está muy presente», asegura Elisa Sánchez.
El piloto de este proyecto se desarrolla en Talagante. Allí atienden a 15 menores que van después de su jornada escolar y que están a cargo de tres monitores con los que realizan actividades recreativas como deporte y manualidades.
La proyección de fundación Debuenafe es hacer crecer el proyecto Anido con más cedes en lugares donde se necesite. Además, continuar con la tienda solidaria, la cual evolucionó a un proyecto social donde mujeres emprenden revendiendo los productos de segunda mano, además de un proyecto con costureras que dan nueva vida a desechos textiles que también son comercializados.