Emilia Puig

Cuando a un par de socios de una agencia de innovación y sustentabilidad les pidieron estudiar las preocupaciones de los jóvenes chilenos frente al cambio climático, notaron que no existían recursos educativos didácticos. Al conectar esta problemática con la afición que comparten por los juegos de mesa, estos emprendedores crearon una herramienta para que los más pequeños propongan soluciones ante la crisis medioambiental. 

Carla Silva y Pedro Mancilla son fundadores de IUSLatam, una agencia de innovación y sustentabilidad que en 2019 recibió una importante misión: hacer un levantamiento en comunas rurales y urbanas de las regiones de Coquimbo, Los Ríos y Metropolitana, para determinar la postura e iniciativas de escolares chilenos ante la crisis climática que afecta al Planeta.

La investigación fue encargada por la Embajada de Alemania a raíz de la celebración de la COP 25, y se extendió entre mayo y diciembre de 2019. Como resultado, nueve proyectos destacaron entre los más votados luego de presentarlos en redes sociales. Carla Silva, gestora de la iniciativa, explica “recogimos importantes respuestas frente a cuestionamientos como por ejemplo ‘cómo cuidar el planeta’, y si bien esperábamos tener un alcance de 10 mil personas -y con eso ya nos sentíamos muy contentos- participaron más de 150.000 personas”.

Si bien los hallazgos demostraron que los jóvenes tenían bastante que decir y proyectos muy valiosos para frenar el calentamiento global, para Pedro y Carla un problema quedó a la vista: no existían recursos educativos específicamente dirigido a los niños, que plantearan la envergadura de la crisis, y que al mismo tiempo, propusieran soluciones.

Con esto en mente, Carla cuenta que junto a su socio se reunieron con José Luis Flores, creador del juego de cartas Mitos y Leyendas, quien los ayudó a organizar la estrategia del juego que estaban planeando. “El paso siguiente fue validar la información expuesta en el juego ante el Centro de Estudios Avanzados de la Universidad de Chile, lo que reconoce temáticas como el conflicto socioambiental en Freirina, y la fuga de salmones en el sur”.

El juego de mesa Voz del Futuro es apto para niños desde los 10 años y se puede jugar de 2 a 6 personas. Consiste en un tablero que muestra diferentes territorios y trae cartas agrupadas en 5 colores; Desarrollo Sostenible, Actitud Facilitadora, Recurso Clave, Amenaza Ambiental e Incertidumbre. La idea es que a medida que van saliendo las cartas, de manera colaborativa los jugadores propongan soluciones a los problemas medioambientales. 

A Carla Silva la mueve la educación ambiental, y pasa eso, detectó que es urgente entregarle herramientas a los más pequeños a través de un formato atractivo y que incorpore el juego en equipo y en compañía de la familia.Por último, cabe destacar que esta notable iniciativa, cumple con dos de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas; el cuarto, que apunta a la Educación de calidad y el 13: Acción por el clima.