FUNDACIÓN ITACA: INICIATIVA DE REINSERCIÓN SOCIAL PARA PERSONAS PRIVADAS DE LIBERTAD A TRAVÉS DE LA LITERATURA
Benjamín Ríos Merino
En el marco del Día Internacional del Libro, mencionamos el trabajo que realiza la Fundación Itaca. Una iniciativa que trabaja por la reinserción social de jóvenes usando la literatura como herramienta fundamental. En 12 años de trabajo publicaron más de 14 libros, todos ellos escritos por las personas que participan en sus talleres.
Itaca surgió como una serie de talleres de literatura en cárceles en el año 2009. Por aquellos años Alejandra Michelsen, Leonor Espinosa y Marcelo Simonetti impartían los cursos. Para 2012 se sumó Sandra Radic, cuando de manera oficial fundaron Itaca en 2012.
Me pareció muy importante que jóvenes que no habían tenido la oportunidad de leer, tuvieran este acercamiento a la literatura a través de la escritura y lectura
Alejandra Michelsen, fundadora de Itaca
La iniciativa surgió de conversaciones y reflexiones entre estos colaboradores. “Me hice la pregunta ¿Si a mi me encarcelaran, qué me salvaría? Los libros. Por coincidencias conversé con personas que estaban haciendo capacitaciones en cárceles y se instaló que sería buena idea hacer estos talleres”, comentó Alejandra Michelsen, una de las fundadoras de esta organización.
De este modo, Michelson reflexionó que «me pareció muy importante que jóvenes que no habían tenido la oportunidad de leer, tuvieran este acercamiento a la literatura a través de la escritura y lectura”.
Fundación Itaca, un largo camino
El nombre de esta fundación no es mera coincidencia, se debe a un concepto arraigado a la literatura clásica. “Ulises vivía tranquilamente con su familia en Itaca, lo van a buscar a una guerra que no le interesa y demora 10 años en volver al hogar. Incluso pasa por los Lotófagos, una alegoría de los problemas de alcohol y drogas. Nosotros vemos que vivir en un ambiente de violencia y luego retornar al núcleo propio es un proceso largo de reinserción, como Ulises volviendo a Itaca”, explicó Michelsen respecto al nombre.
Reconocen que el proceso de reinserción es complejo y demoroso, sobre todo en una sociedad que no considera este mecanismo como una verdadera solución. «La reinserción no es un tema relevante para las autoridades. La reinserción desde el Estado es mínima. Cuando nosotros hablamos sobre la reinserción a través de estos talleres, donde consideramos necesario un proceso de cambio de identidad, nos miran con muchísima distancia. Claro que es importante que puedan aprender un oficio y conseguir trabajo, pero hay un proceso interno necesario”, comentó la fundadora.
Dentro de sus proyecciones, esperan poder sacar dos nuevas publicaciones durante este año, las que se sumarán a las más de 14 que ya han editado. Una nueva edición de Cartas sin dirección, una compilación de cartas escritas por personas privadas de la libertad donde retratan recuerdos dulces y amargos, además de un libro resultado de sus talleres.